
Tarotista
desde los 12 años
Dicen que el Tarot no lo eliges tú sino que te encuentra él a ti. A mí me encontró a los 12 años.
De niña me encantaba ya dibujar y leer. Mirar a la gente e intentar comprender el mundo y a las personas. Era introvertida, soñadora, muy sensible y, en general, una niña tranquila. Mi tarde favorita era escuchar música con mis cascos mientras leía una novela en una esquina escondida de casa de mis padres. Crecí bastante solitaria y siendo una «niña buena» y responsable.
Con mi paga podía comprar un walkman, algunas cintas y libros. A los 12 años compré un Tarot Raider-White con su manual. ¡Me fascinaba por fin poder entender lo que me rodeaba!
Me di cuenta que era imposible memorizar y elegir un significado de la lista de los que ofrecía el libro. Así de me decidí a «inventármelo», a dejarme llevar mientras jugaba con mis amigos y conocidos, y resultó que empecé a hacer lecturas certeras.
Al año siguiente me fui a Inglaterra por un año y eso cambió mi vida. Todas mis amistades y mis conocidos habían cambiado, la escuela también. Incluso había olvidado cómo escribir mi propia lengua bien.
Ese fue el primer momento en que recuerdo empezar de nuevo conscientemente. Y mi vida me ha llevado a recomenzar y reinventarme muchas veces.